Conversación con Jesús: 1 mayo 09

- ¿Estás dispuesta a avanzar?

- Si, por eso me levanté y estoy andando, estoy ya avanzando y quiero continuar.

- ¿Estás dispuesta a ver la verdad?

- Sí, ¿cuál es la verdad?

- Que eres inocente. Que nunca cometiste falta alguna. Que nunca caíste. Que nunca hubo castigo alguno y que tu Padre te Ama y siempre lo ha hecho.

- Claro, lo sé, pero entonces, ¿de nada ha servido todo lo que experimenté? ¿Así nomás abandonar tanto y tanto sufrido? ¿Con todo lo que me costó?

- Esa es la tarea. No es saber la verdad, porque muchas veces aunque la escuches no la entiendes. Tu paso ahora es abandonar TODO eso que con tanto cariño has cosechado.

- ¿Cariño? ¿Le tengo cariño a mi castigo? ¿Le tengo cariño a mi tristeza y eterno sentimiento de pérdida y separación?

- Si no, entonces ¿para qué querrías conservarlo?

- Pues, porque me costó mucho reunir tanto… ¡Ay, no, qué feo! ¿Es eso verdad? No quiero soltarme de todo lo que he hecho. ¿Por qué? ¿Porque siento que dejarlo es perder algo?

- Porque has amasado por mucho ya a la ilusión y ahora crees que es parte de ti. No es así.

- Pero teóricamente ya lo sabía. Todo esto ya lo sabía.

- Sí, pero nunca habías llegado a este punto.

Estaba con la mano en la tierra y agarré una raíz y dije:

- Ay, Viejo, ayúdame.

- No, nadie puede ayudarte en esto –dijo Jesús-. Todos estamos aquí, acompañándote, pero nadie te puede ayudar en esto.

- Entiendo.

Vi a todos a mi alrededor, ángeles, los cristos, seres de luz, me sentí mucho más tranquila.Después, ya más calmada, agarré un palito seco del árbol y lo partí en pedacitos con una mano. Me dijo Jesús:

- Ese palito no está roto.

- ¡Si lo acabo de romper!

- Sí, lo acabas de romper y está roto. Puedes unirlo de nuevo.

- No, ¿cómo?

- No, no puedes: no mientras tengas una sola duda en tu interior.

- ¿Entonces?

- No puede tener poder quien tiene miedo.