El plan divino no contempla al ego, porque para Dios el ego no existe. El plan divino consiste en que a pesar de lo que no existe, recuerdes y regreses a tu Padre. El plan Es y siempre ha sido el Amor de Dios, ¿puedes ver el Amor de Dios ahora?
El libre albedrío debe utilizarse para acercarse al Padre, si no lo hace y sirve a la ilusión, la ilusión engendra nuevas e interminables ilusiones.
Que sufras no es parte del plan, nunca lo ha sido, pero sabemos que es una ilusión que sucede, porque siempre así ha sido: la naturaleza humana siempre ha manifestado dolor que engendra dolor.
El plan divino es poder ver siempre el Amor de Dios, y encarnarlo. El plan divino es mantener la Fe cuando se ha creído en la ilusión, porque la Fe desde la ilusión es el único vínculo verdadero que queda hacia el Padre.
Las estructuras que les damos para meditaciones son sólo para deshacer sus estructuras mentales, físicas y demás ilusiones, y adentrarlos en configuraciones más elevadas de luz para, desde ahí, concebir la única verdad.
Para llegar al Padre solo se necesita Ser Su Amor. Todas las estructuras que les ofrecemos para que generen a su alrededor son paliativos: medicina a una enfermedad inexistente. Son y serán necesarias mientras crean en la ilusión. Les ayudamos a cambiar una ilusión por otra, otra sin duda, con niveles tan elevados de luz que serán más fáciles de romper cuando sea el momento.
El plan no son trazos, ni rayas, no son ni siquiera sus planes de vida. Para el Padre nada de esto existe.
La luz se ha ido metiendo como detergente en el tejido de la tela. Estos tejidos, que son ustedes y sus almas, con toda la carga que sugiere y que se cruzan en diferentes niveles, y que se recuerdan unos a otros, y que entregan en servicio, no son más que ilusión, pero la Luz mezclada en estos tejidos convoca a que en el siguiente encuentro todo se sintetice y se logré sentir el amor en menos tiempo.
Ustedes planean sus vidas y sus cruces impulsados por el reconocimiento de la Luz que en cada una de ella hacen. Su plan consiste en recordar cada vez más pronto.
El plan de Dios consiste en mostrar Su Amor, cuando la Luz rompe o hace alguna hendidura en sus estructuras ilusorias.
Su plan no es tan perfecto como el plan de Dios, por que su plan tiene un fin; su plan consiste en llegar a romper por completo el cascarón que limita y dosifica la luz. Y hasta ahí llega su plan.
En cambio el Plan de Dios no tiene fin, y siempre desde que creó a su Hijo ha sido el único y el mismo, y siempre ha estado presente y siempre lo estará, aunque su Hijo duerma y lo olvide. Y cuando despierte, recordará y será de nuevo Uno con su Padre. El plan del Padre no tiene fin ni principio, el Plan del Padre es Su Hijo, que es la manifestación de Su Amor.


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