viernes, 3 de julio de 2009

Enoc: 1 julio 09

Te comportas como si la máxima liberación no fuera en este instante. Es ahora mismo que tu mente es liberada de todo miedo, de toda ilusión y los segundos que experimentas de realidad son los únicos que necesitas para deshacerte de toda creencia falsa.

Tomen en cuenta que en este tiempo la mínima liberación del miedo (en cualquiera de sus manifestaciones) significa una expansión inmensa de conciencia al grado de poder perfeccionar la mente y andar como un iluminado. Pero esto es sólo bondad del ciclo de la Luz, no de la ilusión.

Pasado este tiempo, todo volverá a ralentarse y ya no será cuestión sólo de acciones, sino de vidas enteras para lograr la hendidura de Luz Divina que ahora, con mínimo esfuerzo, se abre en ustedes. Todo volverá al silencio, a la “oscuridad”, a la “caverna” del ego, y el recuerdo de Aquel que llamó a la libertad será un tenue suspiro.

Quien rechace la luz concientemente y elija al ego, se sumirá en las profundidades de la ilusión, sin recuerdo alguno de esta bendición por muchas vidas.


No es castigo.

En la ilusión el único que juega a esto del castigo es el ego y si por miedo le concedes tu trono, sin duda lo usará para someterte.


-¿Qué es la soberbia?

Soberbia es ponerte a “crear” por ti mismo exigiendo tu derecho y poder de hacerlo. Y no es así como debe ser. Si no permites que sea el Espíritu Santo el que lo haga, entonces has caído en el juego del ego que le confiere cetro y corona. ¿De Qué reino? Te pregunto yo.


-¿Cómo lo identifico? ¿Cómo identifico la soberbia en mi?

Sólo tienes que reconocer que has sido tu ego, y no el Espíritu Santo manifiesto en todo momento. La soberbia no viene de actos o influencias externas, sino de la interpretación, de aquello con que filtras la información.


Es mucho más difícil identificar la propia soberbia que la de los demás. Sin embargo no existe la una sin la otra. Si ves soberbia, la hay en ti y si la hay en ti la verás en los demás.

-¿Entonces de qué sirve el señalamiento? ¿No se supone que sea didáctico?

Lo es, sin embargo lo es sólo para uno mismo. Lo expreses o no, si crees haber visto soberbia en los demás, es solo la oportunidad para verte a ti misma llena de ello.


-Ok. Actúo creyendo que le hago un bien a alguien al decirle que es su soberbia lo que empaña todo, ¿Me estás diciendo que esto es tanto didáctico como soberbio?

Exacto, no es complicado, ¿Verdad?

-Sí, no es complicado, pero no tiene sentido. En este caso ¿Quién tiene la razón? ¿Cómo entonces no me muestro soberbia?

No se trata de mostrar o de no mostrar. Sólo se trata de Ser lo que se debe Ser. Es didáctico sólo si te sirve a ti para verte a ti misma. Es didáctico cuando es utilizado por el Espíritu Santo.

-¿Reconocerlo no será aceptar que mi palabra no tiene valor? ¿Qué no debo tener credibilidad para ayudar, para enseñar?

No si aceptas tu error, y con ello el perdón. Aceptar el error es reconocer que todo, que absolutamente todo lo que piensas y crees de ti y de los demás es pura ilusión. Porque el Ser que se Es no necesita de creencias, de perspectivas, de futuro; no necesita de conocimiento, de poder. Porque al Ser, se le concede sólo lo que le es necesario para ayudar al Ser de los demás.


El perdón es aceptar el Don de Dios de la reconciliación.

¿Puedes perdonarte a ti misma por creer que estabas ayudando, cuando la única posibilidad de ayuda que tú misma creaste era sólo para ti? ¿Puedes aceptarte tu propia e inconsciente ayuda?


-Sí, creo que sí. Pero entonces ¿De qué sirven los conceptos, de qué sirven los estudios y los conocimientos, de qué sirve hablar de ello?

De mucho, de todo. Todo esto siempre va a servir para sanar y lo hará siempre en el mismo sentido para aquel que lo dice como para aquel que lo toma. La ilusión sólo es necesaria para que se evidencie a sí misma como lo que es. Esto sólo lo puedes ver si tienes tu corazón en Dios. Así, tu visión será la del Espíritu Santo, y este utilizará las herramientas que le pongas a la mano para deshacer la ilusión.

-¿Cómo sé que mi visión de los demás es correcta?

Es muy sencillo, una visión Santa no ve sino al Amor de Dios en Todo lo que Es.

Kwan Yin: 30 junio 2009

-¿Cómo sé que en verdad estoy hablando con Kwan Yin?

Lo único que tienes que saber de mí es que te Amo. ¿Alguien que te ama no querría entregarse a ti? Así, yo me entrego a ti. Te acomoda ahora, por tus elevados auto juicios, que sea el Espíritu a través de mí quien te hable.

- ¿Quieres decir que tu voz es la del Espíritu?

Cada voz lo es. La voz de cada Maestro de Dios lo es. Algunos necesitan identificarse con la parte, es decir, con ciertas características que les son necesarias, en este caso, la compasión.

- ¿Está mal? ¿Debería identificarme con el Espíritu para abarcar el todo y no concentrarme en una parte?

Tendrías que identificarte con nadie, llámese Espíritu Santo, Ángel o Maestros Ascendidos para entonces ser el Amor que la Divina Presencia manifiesta. El fin último no es que hables con el Espíritu Santo, sino que lo manifiestes, así entonces no habría cualidades o carencias de las que nazca la necesidad de identificarse en búsqueda de la paz.

- Quiero ser especial.

Esa es una identificación con una falsa realidad o ilusión. Si asocias la felicidad con la obtención de un algo externo estás destruyendo tu propia posibilidad de alcanzar tu completitud, tu paz, y privas a los demás de tu Presencia Divina. No pienses que no tienes o que careces de algo, no pienses en cómo te ven los demás, no piense qué te gustaría que los demás deberían sentir por ti. Deja ir esos pensamientos, no sirven.

Servir significa amar a los demás como te amas a ti mismo. No puedes amar a alguien más que a ti mismo. Eso es imposible. El amor es Uno y el mismo. Pero si así lo sientes, entonces te estás ocultando el amor que sí te tienes, y nada que deseé ocultar el amor disfrazándolo, es verdadero. No se trata de comenzar a amarte a ti mismo, debes saber que esa es ya tu naturaleza, sólo debes recordarlo. Te suena esto conocido, ¿verdad?

- Si, lo he escuchado mucho últimamente. ¿Qué práctica debo llevar a cabo para recordar esto?

Debes ejercitar tu memoria espiritual, estudiando, perdonando, meditando, pero sobretodo orando. Dirígete a Dios siempre y en cada acción y pensamiento, en cada momento, y así se fortalecerá Su Divina Presencia en ti. No te identifiques contigo mismo, con tus cualidades y virtudes o flaquezas y errores. Son todos ellos falsos. En vez de eso, fluye. No te asocies ni con el Espíritu, eso es definir límites. Es como decir: tú llegas hasta aquí, en dónde yo comienzo. Por principio, “él, tú y yo” habla de una separación. No te asocies. Permite que el Espíritu mismo entre en ti, sea en ti, haga casa en tu corazón (¿Te suena familiar?). Nadie notará que es Su Voz la que habla a través tuyo, pero en sus corazones anidará la semilla de la verdad, esperando germinar.

-¿Cómo lo permito? ¿Qué hago para que sea así?

No te interpongas (Umh, también esto lo has escuchado, ¿verdad? Jajaja). Ni siquiera pienses: “¡Estoy ayudando!” . Mucho menos te califiques. No hagas nada para demostrar lo correcto o contrario de los demás. Tú no decides cuándo aparezca el Espíritu Santo a través de ti. La presencia del Espíritu Santo no es un acto voluntario. Lo único que debes hacer con tu voluntad es no interferir con tu miedo. Entonces Él se manifestará en ti.

-¿ Eso no sería entregar mi libre albedrío?

Eso sería utilizarlo realmente.

-Gracias amada Maestra.

miércoles, 1 de julio de 2009

El Padre: 30 junio 09

Escribe lo que te voy a decir:

Veo solo Luz en ti. Cuando tu corazón esta limpio, y sólo cuando eso sucede, puedes escucharme. Procura tenerlo limpio y mi Luz fluirá a través de ti.


Mi mano siempre está en todos tus acontecimientos, en todas tus experiencias. No permitas que la sombra del ego te impida verme. Sólo tú puedes hacer que suceda.

Recuerda, recuerda...

No existen las palabras duras si son dichas bajo mi guía y mi Luz.

Debes saber que mi mano siempre te acariciará mientras despiertas. Siente mis caricias al despertar, mi mano te cubre por toda la eternidad. Eres mi hijo amado y todos los tesoros divinos te pertenecen, tómalos y vive con ellos. Infinitas bendiciones cubren tu alma desde el ahora eterno.

Bendito naciste y bendito eres todo el tiempo.