miércoles, 29 de abril de 2009

Enoc: 26 abril 09


Este tiempo no es distinto a otro. Los maestros nunca hemos callado. Sólo piensa en nosotros y acudiremos a ti, en tu corazón sabrás reconocer que te amamos y que siempre hemos estado contigo y así permaneceremos.

Este tiempo no es distinto a otro. El tiempo siempre y bajo cualquier circunstancia es el mismo, es ilusorio, así lo es el espacio, y todo lo que ocupa a estos dos en cualquier nivel.

Comprendemos muy bien lo que pueden estar sintiendo. Ahora están muchos de ustedes en una especie de retiro y aislamiento obligado. Te abrimos nuestro corazón para que abraces la verdad que subyace: Eres el Amor de Dios. Eres el Hijo amado de Dios.

No te entregues al miedo. Es mucho más sencillo albergar al Padre en tu corazón.

Recuerda que tu unión con el Todo y con todos no es a través de las noticias, sino a través de tu corazón. Y si desde tu corazón manifiestas el Amor de Dios, que es Su Voluntad, todo aquello que altera tu felicidad y tu paz se diluirá y la gracia divina se reestablecerá en tu conciencia.

El Padre: 27 abril 09


Ama sin límites; ama aceptando; ama dejando ser a tu hermano; ama dejando ser a ti misma; fluyan todos independientemente del resto y así encontrarán la verdadera manera de ser cada uno.

Solamente en el fluir libre, sincero y veraz, de todos y el tuyo, conseguirán el punto exacto que necesitan sentir de manera grupal, en el Plan Divino de Amor y de Luz.


miércoles, 15 de abril de 2009

El Libro Blanco: 13 abril 09

Los procedimientos revelados en antiguos libros no son poder alguno. Éstos, como la tierra y el tiempo, se ajustan a las leyes del momento y de cada ser leyendo.
Los procedimientos que en ellos encuentras son distractores del verdadero conocimiento, el interno.
Puedes creer que funciona una magia o hechicería, pero en realidad no son sino condenas que perpetúan el trance ilusorio y el sueño.
La sabiduría es contenida en el Espíritu.
El conocimiento de otros no es sino la invitación a que generes tu propio conocimiento.
La coincidencia de éstos es la palabra divina, que solo reúne corazones y no intelectos.

lunes, 13 de abril de 2009

Enoc: 12 abril 09


Una estrella descenderá ante tus ojos. Su brillo puede deslumbrarte hasta cegarte, pero recuerda que su centro no es más divino que el tuyo.

No hay en toda la creación un ser más divino que otro.

Si tu conexión con el Padre es desde tu corazón, entonces sabrás a lo que me refiero.

El Padre creó a su hijo a Su Imagen y Semejanza.

Ve a tu Padre en tu hermano, ¡y ámalo!

Jesús: 12 abril 09


Este es el único y verdadero momento para dejar de creer q
ue fuera de ti está el perdón o que en ti está la culpa, o que hay un solo redentor: que soy Jesús, el único hijo de Dios.

¡Todos somos el Hijo de Dios!



Deja de hincarte por lo que hice o me hicieron.

Ponte de pie y haz lo que yo: une tu voluntad al Padre.


Entonces, reconocerás en cualquier instante, en cualquier lugar y en cada ocasión, si es tu intención, que no estoy lejos de ti ni de tu posibilidad; que estoy en ti y tú en mí.



Y como único Hijo de Dios, despertaremos reconociendo en Su sonrisa que parecía una larga noche y que el sueño quedó solo como una larga y bella narración.



Anda conmigo.

Yo te amo.


Yogananda: 12 abril 09


Toma mi mano mientras te canto esta canción.
Ya lo hemos hecho juntos y cada vez te alegro el corazón.
Para eso estoy yo aquí.

Yo Soy la tranquilidad en el día, en tu momento de oración.
Yo Soy la canción que bailas de alegría.
Yo Soy la juventud de tu corazón, porque Yo Soy la vida.

Porque estoy en Dios, te doy Su mensaje de Amor.

No cambies tu instante de felicidad. Esa es tu tarea cumplida: la felicidad.

En cambio perdona a quien intenta quitártela de encima.

De corazón, comparte el Don Divino del Perdón. Entonces estaré a tu lado para recordarte que nada has perdido y que el cielo sonríe y se abre para ti.

La Madre Tierra: 12 abril 09


Juntos construimos el suelo que pisas.

Tu mente y la mía se armonizaron en un principio de Unidad. Sabías que cómo tú, yo daba vida, y como tú, una Hija del Creador Soy.


Solo vengo a pedirte un favor:



Somos hermanos en esta creación y te amo. Te pido que goces de mí amándome, siendo feliz en la contemplación, en contacto conmigo, desde el corazón.



Solo te pido que te unas en amor a mí; que juntos recordemos al Padre, al único Dios que Es, al único Dios del que sobre esta tierra se ha sabido; no importa en que lengua, se le ha sentido, intuido o hasta dudado.



Unidos en la armonía que fluye entre seres vivos, se puede escuchar su canción: la del Padre; esa melodiosa voz que oímos como arrullo y ahora nos urge a despertar.



Soy firme a tus pies, conozco de sensibilidad, de historia, de visión y juntos podemos aprender más.



Te pido que no te lamentes más por lo perdido, que no te enojes con los demás por las heridas que me han hecho, por lo extinto y la inconsciencia.

Ya no sientas ira.



Sana tu dolor, sufriendo por mi no me ayudas a servir mejor, y
debemos servir al mismo Creador.


Sana tu ira, sana tu dolor, sana tu enojo, sana tu agonía y regresa a la vida, a su inicio, sin preocupación.


Solo te pido que me reconozcas cómo tu hermana en ésta vasta creación de Dios.



Sana y ámame, gozando cada expresión sobre este espacio que nunca estará perdido, porque ya generó felicidad en tu corazón.



Ámame y goza en mí, y enseña a otros a hacerlo. Estaré feliz de hacerlos sentir mi mensaje en la planta de sus pies, o en cada mirada que me abrace en amor.



Mi misión es recordarte tu esencia divina y acercarte a Dios.



Yo te abro mi corazón. No soy el fin, así como tampoco lo es tu respiración, pero somos el mismo Hijo.


Abre tu corazón y verás que nunca he dejado de manifestarte mi amor.



sábado, 4 de abril de 2009

El Libro Blanco: 3 abril 09


Dichosos quienes se alimentan directamente de la Energía Universal. Ellos deben haber adquirido y aceptado un trabajo que implica una gran responsabilidad y un esfuerzo impecable. No en vano reciben energía limpia y pura.


El Señor ha depositado en ellos misiones concretas y ha establecido comunicación directa. Los ángeles y arcángeles protectores los acompañan de cerca, por si su trabajo divino requiere auxilio y respaldo. Las conciencias más elevadas se acercan a ellos y los servirán en sus misiones.


Su trabajo tendrá éxito cuando, cumplidas las labores de atracción de Luz a su sitio y permitido que los seres de Luz en servicio llegaran a su planeta, logren cambiar los niveles de conciencia propios y los de aquellos que libremente han decretado su sanación y liberación, causa por la cual llegarán al grupo. Entonces, sanados y desapegados, se disolverán en la Luz y en el amor impecable de Dios. Es un hecho que tienen garantizado todos los que por amor sirven a las tareas divinas.



Lección con Enoc: 3 abril 09


Deja de ser lo que crees que eres.

Esto fue lo que me dijo Enoc esta mañana.

Deja de ser lo que crees que eres.

Así que, en una mesa blanca tomé mi apariencia y me la quité, quedando sólo como luz blanca. Me veía de lejos hacer esto.


Me dijo:

Aún no dejas de ser lo que crees que eres. Hazlo.

Entonces, de ser una gran luz blanca, me hice una pequeña motita de luz.

Me dijo:

Aún no dejas de ser lo que crees que eres.

Entonces, dejé de ser cualquier cosa, y me sentí en mí, flotando omnipresente. Él estaba sentado con una gran túnica blanca, con sus cejas pobladas y pelo un tanto largo.

Ahora sí me dijo- ya lo hiciste.

En ese estado en el que me encontraba, no me veía a mí; no podía articular palabra; no cabía el pensamiento; no me llamaba por mi nombre.

Dijo:

Entra en mí. Ve mis manos, te voy a mostrar –desenrolló unos pergaminos blancos en los que no pude ver con claridad.

Así lo hice, veía desde su perspectiva y escuchaba dentro de él. Veía sus manos como si fueran las mías.

Me di cuenta que el chiste de todo no era dejar de ser, sino dejar de creer lo que soy: Al dejar de creer, entonces Yo Soy. No hay creencia de por medio, no hay pensamiento de por medio, solo Yo Soy. En ese estado no podía articular palabra o pensamiento, ni siquiera podía decir: Yo soy esto. No podía sentir la certeza de serlo, simplemente lo era.