jueves, 5 de marzo de 2009
Enoc: 3 marzo 2009
Honor y gloria a Dios. Enoc habla.
Deja de darle vueltas al mundo, sé honesto contigo. Extiende tu mano izquierda, que deposito mi tinta en ella, mi don divino.
Escribe tus propósitos de nueva vida y serán concedidos. En el tiempo de Luz, el ego se descalifica, pero la Luz se multiplica.
Estamos en el cinturón. Éste es una franja que magnetiza hacia sus polos necesidades. Tú decides hacia que lado te inclinas, porque en el momento del descenso decisivo de la Luz, un polo quedará a flote y el otro será purificado por la profundidad del agua. Este cinturón es una franja que no te jala, sino que permite que sanes ahora tus acciones.
Las profecías no son para tener miedo, existen para reconocer el momento en el que siempre se ha vivido.
-¿Cómo es eso?
Todo Es Ya. El miedo te dice lo opuesto: que es algo que está muy lejos. No se necesita tiempo para que se cumpla la profecía, se necesita el tiempo para eliminar al miedo. La profecía es la oportunidad de eliminar el miedo y estar en paz.
- ¿Cabe lo dicho con referencia a llegada del Cristo Jesús?
Sí. El miedo te impide ver la unidad con el Padre, enseñanza de Jesús. La profecía llama al miedo más profundo.
-¿Miedo? Pero muchos lo esperaban y en vez de miedo les dio esperanza.
Pero no por eso estaban listos. La espera es un sentimiento de carencia y ausencia que se proyecta en el tiempo y el espacio. ¿Quién se fue con él a su partida de este plano?
-Nadie. ¿no fue éste su plan? ¿Ser solo el ejemplo?… (silencio)…Todos, ¿verdad? ¡Todos estamos en el Padre!
De nuevo viste que “antes” nadie se salvó ni escuchó al cristo. No los ves en dónde verdaderamente todos son, sino donde crees que están. De nuevo interfiere el tiempo; de nuevo el miedo. Tiempo es miedo. El miedo es el que se toma su tiempo. Las profecías son la oportunidad para quitarte el miedo.
-¿Y para aquellos que ni siquiera se enteran de una profecía?
Esos están a expensas de la marea, con media cabeza fuera del agua, a la deriva. La Luz es la barca.
La inconciencia también es premiada: el ambiente en el que se engendrarán como nueva vida será propicio para buscar con desespero la Luz. Sí, hostil, pero propicio.
Los que ignoran o niegan por ignorancia espiritual tendrán la oportunidad de nadar hacia la superficie y llegarán a ella en menos vidas porque parten del “choque” de creencias contra realidad. Y como en ésta última depositan su entendimiento, se transforman con ella. Hablamos de los justos que no meten a Dios en sus asuntos: científicos; los que aportan a la estructura social; buscadores de conocimiento analítico; historiadores… aquellos que ven para creer, porque son tan congruentes que cuando vean creerán.
Los que ahora tengan conocimiento de la Luz y la Verdad y la apedreen, quedarán debajo del agua, y para llegar a la superficie muchas vidas más a cuestas llevarán, porque niegan lo que saben que existe.
-¿Es castigo, como con los ángeles caídos?
Tienes el Reino de Dios en ti; la palabra de Dios en ti; Dios en ti. ¿Lo ignorarías solo por ir en pos de tu aprendizaje? No es castigo, ¡es elección!
-Pero venimos a eso, ¿no? A aprender.
Sí, que Dios Es. ¡Y nada más! Seguir inventando y expandiendo el universo para luego ignorar que tú lo has hecho y jugar a que lo conoces todo de nuevo, eso no es aprender.
-¿Qué es aprender?
Aprender es reconocer que se aprende sólo en la ilusión, y que fuera de ella se Sabe, y que la Sabiduría proviene de la Fuente.
-Entonces, ¿para qué es todo esto que hacemos aquí?
¡Para divertirse! Eres el Hijo de Dios y estás jugando.
-Ser sabio es ponerse serio y no jugar.
No. Es divertirse y gozar sin jugar y sin creer en el juego como si fuera de verdad.
La enajenación por el dinero comenzó mucho antes de este tiempo que llaman de crisis. La búsqueda de la paz rebota ahora como necesidad de cualquiera desprendido de la materia. Ésta se está hundiendo y su brillo ilusorio jalará hasta el fondo a quienes se agarren de él. Quienes comprendan que sobre todas las cosas está la felicidad, fácilmente aceptarán la transición, porque va de acuerdo a su búsqueda.
En la Unidad, Dios Padre desciende y su palabra se extiende a través de ella.
-¿Por qué siento mi cuerpo raro? Como hecho de burbujas que se comienzan a desprender en el espacio. Y algunos temblores. Vibra.
Está ahora más aquí. Esa es la tarea que deben hacer con la materia: llenarla de luz; potenciar su vibración hasta abarcarla con luz. En la medida en la que lo hagas, te irás sintiendo más ligera y las leyes se pueden flexionar y romper, ya que corresponden a una realidad muy inferior a la de Luz.
Muchos de ustedes han luchado tanto, han cruzado tantas vidas. Han madurado en el aprendizaje y saben ya que el Amor es lo único que se es en los momentos decisivos.
La Palabra es la Luz, no las ideas a través de las letras. La Palabra de Dios es la Luz. Las descripciones son para acercar a los obtusos. La Palabra de Dios es la Luz. Vívela, siéntela, llénate de ella, manifiéstala, gózala, ¡es tuya! No necesitas de elocuencia, sino de entrega: entrega al Amor.
La Palabra de Dios desciende sobre la Unidad y ésta se extiende al mundo enraizando, ¡y purifica el aire que se respira! El miedo ha hecho que muchos se compren mascarilla, sin darse cuenta que es el miedo el que envenena el aire mismo que respiran. De nuevo se reunirán al pie del monte a esperar la palabra. La sabiduría, que están por enraizar, procesará las impresiones falsas de tantos en el mundo. Purificarán el aire y muchos comerán el fruto de sus ramas.
Su Unidad permite La Palabra.
-¿Qué me dices de la segunda venida de Cristo? Es la profecía que aún muchos con miedo esperan a distancia.
La segunda venida es YA, en los que por sabiduría gozan y viven La Palabra.
Los falsos profetas se comenzarán a quedar sin audiencia. [El profeta que enseñará La Palabra aún no habla].
La Palabra que se ritualiza es como el silencio en el que se habla. Se necesita solo ver la Luz dentro y se conocerá La Palabra. Nada ni nadie perece en el Reino de Dios. La gracia de la Unidad vivirá y reinará sobre la ignorancia y desprecio.
La Palabra de Dios es la Unidad. La Unidad es la Luz que purifica las almas: es la gracia.
-¿Y que decir sobre las religiones e iglesias?
La Unidad no viene a pelearse con nada; no viene a pelear algo que de siempre suyo ha sido.
Honor y Gloria a Dios Padre en la Tierra como en el cielo. ¡Así es!
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Esto que dice Enoc acerca de las profesías, es fundamental.
ResponderEliminarVeámoslo de ésta manera:
Si estuviera en la Tierra un grupo de Maestros de Dios, ¿no serían las personas idóneas a las cuales darles el don o el conocimiento de la profesía?
Pienso que sí, pues un Maestro de Dios se desenvuelve ya sin miedo, lo cual, en consecuencia, lo pone fuera del tiempo; es decir, en conocimiento de que el despertar del sueño de dualidad y de los muchos ya es; de que el regreso al Uno ya es.
Esto es de vital importancia, pues sólo fuera del tiempo se puede experimentar la simultaneidad. Así, cuando para un Maestro de Dios todo ya es, ¿no es verdad que la profesía que refiere el despertar y el regreso al Padre, cuando se vence al miedo, resulta un medio para ayudar a los demás a colocarse a sí mismos fuera del tiempo -especialmente cuándo lo que se les refiere es que el colocarse en el tiempo es lo que origina el temor que impide el cumplimiento de la profesía?
La profesía, así, resulta en la oportunidad más preciosa que pudiera haber para poner en práctica el conocimiento adquirido por aquellos que se colocan fuera del tiempo; en eso resulta, y no, como algunos podrían creer, en la causa del miedo ante lo profetizado.
Dicho de otra manera: Si yo veo que alguien cae presa del miedo ante los catastrofismos, es tarea mía hacerle ver a esa persona que la información recibida se da para trascender al miedo, y no para caer en él. Trascender al miedo implica colocarse fuera del tiempo, donde todo ya es. Así, no es correcto recurrir al tiempo, en espera de lo que pudiera ocurrir, sino convertir en presente el final de los tiempos, cuando todo regresa al Padre como Uno: como el Hijo que finalmente despierta de su sueño, originado cuando le cedió su poder al ego falso para que creara un juego mental del que no quería hacerse responsable, pero del que a final de cuentas tuvo que tomar responsabilidad [pues el ego falso, como su nombre implica, no es real, de modo que no puede crear ni siquiera irrealidades. Ese poder sólo lo tiene y se lo permite el Hijo (que no el Padre), el cual lo encausa através del ego falso, como no queriendo tomar responsabilidad de su juego mental en el que, soñando, se funde].
Este tipo de tarea -despertar al Hijo por medio de profesías y por cualquier otro medio-, queda claro que apropiadamente corresponde a los Maestros de Dios.
Tomemos, pues, nuestra responsabilidad y ayudemos a despertar a cuántos nos sea posible. Para ello, tenemos la ayuda de los ángeles, miles y miles y miles de ellos (quienes también para ello han descendido, aprovechando las ventanas que les hemos abierto con nuestras meditaciones-extensiones).
Así, cada vez que alguien sufra o caiga presa de la dualidad, mandémosle ángeles, para que ellos los acompañen a modo de ayudarles a convertir su situación en la mayor posibilidad que tienen a su alcance para ser uno y el mismo; para despertar del sueño-juego mental y para, de esa manera, encontrar paz y felicidad.
¡Así sea!
En amoroso servicio de Luz:
Henri.